SÍNDROME PREMENSTRUAL
El síndrome premenstrual es un trastorno cíclico
caracterizado por varias alteraciones físicas y emocionales que se producen
durante la fase posovulatoria del ciclo reproductor y desaparece cuando
comienza la menstruación. Los signos y los síntomas son muy variables y pueden consistir en
edema, aumento de peso, tumefacción e hipersensibilidad de las mamas,
distensión abdominal, dolor lumbar, artralgia, estreñimiento, exantema,
cansancio, gran necesidad de dormir, depresión o ansiedad, irritabilidad,
alteraciones del estado de ánimo, cefalea.
La causa de este síndrome se desconoce. En algunas mujeres
la practica regular de ejercicios, la abstinencia de cafeína, sal y alcohol y
el consumo de una dieta con abundante cantidad de hidratos de carbono complejos
y proteínas magras pueden producir un alivio significativo.
ENDOMETRIOSIS
La endometriosis se caracteriza por la proliferación de
tejido endometrial fuera del útero. El tejido ingresa en la cavidad pelviana a
través de las trompas de Falopio abiertas y puede hallarse en diversos sitios,
como sobre los ovarios, la superficie externa del útero, el colon sigmoide, los
ganglios linfáticos pelvianos y abdominales, el cuello uterino, la pared
abdominal los riñones y la vejiga. El tejido endometrial responde a la
fluctuaciones hormonales, se dentro y fuera del útero, con proliferación,
rotura y sangrado. Cuando estos procesos ocurren fuera del útero, pueden
ocasionar inflamación, fibrosis e infertilidad. Los síntomas asociados con la
endometriosis son dolor premenstrual o dolor menstrual muy intenso.
CÁNCER DE MAMA
La técnica más eficaz para detectar tumores menores de 1cm
es la mamografía, un tipo de radiografía que utiliza una placa de rayos X muy
sensible. La ecografía es un procedimiento complementario para evaluar las
anomalías mamarias. Aunque la ecografía no puede detectar los tumores menores
de 1cm, puede emplearse para determinar si un tumor es un quiste benigno lleno
de líquido o un tumor sólido (y, en consecuencia, posiblemente maligno).
Entre los factores que aumentan el riesgo de padecer cáncer
de mama se pueden mencionar:
- Los antecedentes familiares de cáncer de mama, en especial en la madre o una hermana.
- La nuliparidad o el primer hijo después de los 35 años.
- El antecedente personal de cáncer de mama.
- La exposición a radiación ionizante, por ejemplo rayos X.
- El consumo excesivo de alcohol y el tabaquismo.
Algunas de las recomendaciones para detectar precozmente un
cáncer de mama son las siguientes:
- Todas las mujeres mayores de 20 años deben realizarse el autoexamen mamario.
- Un médico debe examinar las mamas cada tres años entre los 20 y los 39 años que se empleará más adelante con fines corporativos (mamografía basal).
- En las mujeres sin síntomas se debe realizar una mamografía por año después de los 40 años.
- Las mujeres de cualquier edad con antecedentes de cáncer de mama , antecedentes familiares importantes de la enfermedad u otros factores de riesgo deben diseñar a un médico para diseñar un esquema de mamografías.
El tratamiento de cáncer de mama puede consistir en
hormonoterapia, quimioterapia, radioterapia, tumorectomía (extirpación del
tumor con un margen de seguridad), mastectomía radical o modificada o una
combinación de estos métodos. La mastectomía radical consiste en la extirpación de la mama comprometida junto
con los músculos pectorales subyacentes y los ganglios linfáticos axilares
(estos se extirpan porque la diseminación de las células cancerosas suele
producirse a través de los vasos
linfáticos o sanguíneos). Luego de la cirugía se puede realizar radioterapia y quimioterapia para confirmar la destrucción
de cualquier célula cancerosa extraviada. En algunos casos el cáncer de
mama metástasico (diseminado), un anticuerpo monoclonal que actúa en un
antígeno en la superficie de las células cancerosas de la mama, puede producir
la regresión de los tumores y un retraso en la progresión de la enfermedad.
CANCER DE OVARIO
El cáncer de ovario es la sexta forma más frecuente de cáncer en las mujeres, pero la causa
principal de muerte por neoplasias ginecológicas (si se exceptúa el cáncer de
mama) debido a la dificultad para detectarlo antes de que metastatice (se
disemine ) más allá de los ovarios. Los de riesgo asociado con el cáncer de
ovario son la edada (en general en mayores de 50 años), la etnia (mayor riesgo
en la raza blanca, los antecedentes familiares de cáncer de ovario, la
ovulación activa durante más de 40 años, la nuliparidad (ausencia de embarazo)
o el primer embarazo después de los 30 años, una alimentación con contenido elevado
de grasa, escaso contenido de
fibra, y deficiencia de vitamina A. El
cáncer de ovarios temprano puede no producir síntomas o sólo generar síntomas
leves, como malestar abdominal, pirosis, náuseas , pérdida de apetito. Los
signos y los síntomas avanzados son
aumento de la circunferencia abdominal , dolor abdominal , pelvianos o ambos,
molestias gastrointestinales
persistentes, complicaciones urinarias, irregularidades menstruales y sangrado menstrual intenso.
CANCER DE CUELLO UTERINO
El cáncer de cuello uterino comienza con una displasia
cervical, caracterizada por modificaciones de la forma, la proliferación y la
cantidad de células cervicales. Las células pueden normalizarse o avanzar hasta
desarrollar cáncer. En la mayoría de los casos el cáncer de cuello uterino
puede detectarse en sus estadios iníciales
en una muestra de Papanicolaou. Hay evidencias que conectan el cáncer de
cuello uterino con el virus que produce
verrugas genitales (papilomavirus humano). Los pacientes con mayor
riesgo son los que tuvieron más parejas
sexuales y la primera reacción sexual a
edad temprana.
CANDIDIASIS VULVOVAGINAL
Candida albicans es un hongo
levaduriforme que suele proliferar
sobre las mucosas del tubo digestivo y las vías genitourinarias. El
microorganismo produce candidiasis vulvovaginal, la forma más frecuente de
vaginitis, que es la inflamación de la vagina. La candidiasis, que suele
asociarse por una infección por levaduras, se caracteriza por prurito intenso,
flujo vaginal espeso de aspecto amarillento, olor a levadura y dolor. Alrededor
del 75% de las mujeres experimentaron
este trastorno por lo menos una
vez y éste suele ser el resultado de la proliferación del hongo luego de un
tratamiento antibiótico debido a otra enfermedad. Los trastornos predisponentes
son el uso de anticonceptivos orales o corticoides, embarazo y diabetes.
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