En esta ocasión vamos a comentar la última de las vías parenterales que es la vía intramuscular.
El objetivo que se busca al utilizar esta vía es el de aplicar fármacos con fines diagnósticos o terapéuticos que:
- Irritan el tejido subcutáneo
- Requieren de una absorcción más rápida.
- Son de una dosis mayor a 2 ml.
La absorcción es generalmente más rápida que mediante la vía subcutánea. Algunos fármacos presentan microcristales y pueden durar mucho en el organismo. El efecto que se alcanza es general o sistémico y puede ser más o menos dolorosa dependiendo del fármaco.
ZONAS
Las zonas adecuadas para esta técnica son muy concretas. Hay que evitar nervios y vasos importantes:
- Cuadrante superior externo del glúteo dorsal o glúteo mayor
- Glúteo ventral.
- Vasto externo del muslo (parte media).
- Recto anterior del muslo (parte media).
- Deltoides (4 cm por denajo del acromion y por encima del surco deltoideo).
A la hora de escoger la zona de punción tendremos en cuenta fundamentalmente la edad del paciente y su masa muscular, la cantidad de medicamentos a inyectar y el tipo de sustancia que es.
En la siguiente tabla podéis ver un resumen de las zonas con sus características:
MATERIAL
- Guantes
- Gasas estériles
- Antiséptico
- Fármacos: son muy variados (más o menos solubles, oleosos, con microcristales...)
- Jeringa: puede tener una capacidad de 1 a 5 ml, dependiendo de la cantidad de la sustancia a administrar.
- Aguja: Va a depender de la edad del paciente, de si la persona es delgada o gruesa, de si el fármaco es más o menos soluble... El calibre varia entre 23 y 19 G, mientras que la longitud va de 25 a 75 mm.
Utilizaremos dos agujas, una para cargar el medicamento y otra para su administración.
TÉCNICA
- Comprobar las órdenes médicas, asegurándose de que es el medicamento correcto para la persona correcta, así como la hora de administración, la dosis adecuada...
- Colocar al paciente en la posición deseada, siempre que se pueda.
- Lavarse adecuadamente las manos y ponerse unos guantes que no han de ser estériles.
- Cargar el medicamento en la jeringa.
- Desinfectamos la zona que vamos a pinchar con una gasa empapada en antiséptico. Comenzaremos desde el centro hacia las afueras formando una espiral: así barremos hacia el exterior los gérmenes de esa zona de la piel en lugar de desprazarlos de un lado a otro.
- Insertamos la aguja. Podemos hacerlo tanto conjuntamente con la jeringilla como por separado (primero la aguja y luego insertamos en ella la jeringa). Tenemos que hacerlo en un ángulo de 90º con un movimiento firme y seguro y de un solo trazo.
- Aspiramos para asegurarnos de que no estamos dentro de un vaso sanguíneo. En caso afirmativo tendríamos que extraer la aguja y volver a intertarlo en otro lugar.
- Inyectamos el fármaco lentamente para que sea menos doloroso y para que le de tiempo a distribuirse por el músculo.
- Una vez administrado todo el medicamento esperamos unos diez segundos y retiramos la aguja. Esto va a ayudar a que no se pierda medicación.
- Colocamos una gasa justo sobre el punto de insercción y hacemos una pequeña presión a la vez que friccionamos ligeramente la zona para evitar que el fármaco se acumule y se absorva mejor.
VENTAJAS
- La ventaja principal frente a otras vías es que los músculos presentan una gran irrigación sanguínea y menos número de fibras nerviosas y por lo tanto, la absorcción del fármaco es casi completa.
- El paciente no necesita estar consciente para recibir el tratamiento.
- La vía intramuscular se utiliza antes que la subcutánea porque permite la administración de volumenes mayores de medicamentos, una menor irritabilidad de los tejidos y una absorcción más rápida.
INCONVENIENTES
- Posibilidad de lesionar vasos sanguíneos.
- Posibilidad de administrar la medicación por una vía que no es la correcta.
- Daños en nervios y en el hueso.
¡Hasta la próxima chicos!
que cuidados de enfermeria puedo tener con esta zona
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