jueves, 5 de diciembre de 2013

Fracturas y Amputaciones: tipos y actuaciones

FRACTURAS: TIPOS Y ACTUACIÓN

Una fractura es una discontinuidad del hueso debida a un trauma directo, indirecto o a una lesión. Hay diferentes tipos:

- Fisura: cuando la fractura no afecta a toda la circunferencia ósea.


- Fractura cerrada: el hueso está completamente fracturado pero no está expuesto al exterior.


- Fractura abierta: el hueso está fracturado y, además, está expuesto al exterior por una herida.


- Fractura en tallo verde, rodete o en caña de bambú: se produce en niños debido a que no tienen los huesos totalmente calcificados, por lo que se comportan como una rama verde.


  • Las manifestaciones de las fracturas son: 
- Dolor intenso que aumenta con la palpación
- Chasquido o crepitación
- Inflamación
- Hematoma
- Deformidad
- Herida y hemorragia en fracturas abiertas

  • El protocolo a seguir en estos casos es el siguiente
- Determinar los signos vitales, valorar el pulso y la sensibilidad. Es importante tranquilizar al accidentado y explicarle todo el procedimiento.

- Inmovilizar la fractura con la técnica adecuada para prevenir todo tipo de complicaciones musculares, vasculares o nerviosas, un estado de shock y para reducir el dolor. Si la fractura es abierta y hay hemorragia, debemos cubrirla con una ligera compresión.

- Proteger al accidentado mientras se espera el traslado, manteniendo el calor. Durante la evacuación es importante vigilar las constantes vitales y el acondicionamiento de la fractura.


AMPUTACIONES: TIPOS Y ACTUACIÓN



Una amputación se produce cuando el trauma provoca la separación completa de una parte del cuerpo
generalmente una extremidad o parte de la misma. En ocasiones puede quedar un puente de unión formado por tejidos blandos. Lleva consigo lesiones de partes graves como el desgarro muscular, lesiones en vasos sanguíneos con hemorragia. Lesiones en los paquetes nerviosos y fracturas.


Las complicaciones sufridas se deben a la hemorragia o al shock y además puede haber riesgos de infección. El protocolo de actuación es el siguiente:



1- Evaluación inicial para verificar la existencia se
shock. Si lo hay, colocaremos al accidentado en posición horizontal, le levantaremos los pies para hacer una autotransfusión y así controlar el shock, salvo que otras lesiones contraindiquen esta actuación.




2- Si el accidentado está consciente, hay que calmarlo y darle seguridad.


3- Hemos de controlar todas las lesiones existentes.


4- Tratar la hemorragia aplicando presión sobre la zona sangrante, para lo que

elevaremos el miembro. Si no se controla y hay peligro para la vida del accidentado,

aplicaremos un vendaje compresivo y, en último extremo, un torniquete.


5- Localizar y conservar las partes del cuerpo amputadas envolviéndolas en tela limpia y

seca, metiéndolas en una bolsa plástica que deberá sumergirse en agua fría y si es posible con hielo.

Las manifestaciones de las amputaciones son el dolor, la hemorragia que puede llegar a provocar shock y los cuadros de ansiedad dado el impacto psicológico que suelen tener.



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