miércoles, 4 de diciembre de 2013

SISTEMA LINFÁTICO E INMUNIDAD




REACCIONES ALÉRGICAS
Una persona demasiado reactiva a una sustancia tolerada por la mayor parte de los individuaos es alérgica. Cuando se desarrolla una reacción alérgica se produce algún tipo de lesión tisular. Los antígenos que inducen la reacción se denominan alergenos. Los alergenos más comunes son alguno alimentos (leche, cacahuetes, mariscos, huevos), antibióticos (penicilina, tetraciclina), vacunas, venenos (de abeja, avispa, serpiente), cosméticos, productos químicos de plantas como la hiedra venenosa, polen, polvo, moho, colorantes yodados que se emplean en algunos procedimientos radiológicos e incluso algunos microorganismos.


Las reacciones tipo I (anafilácticas) son las más frecuentes
y ocurren de forma típica pocos minutos después de la exposición a una antígeno al que se había sensibilizado previamente. En respuesta a algunos alérgenos, ciertas personas producen anticuerpos IgE  que se adhieren  a la superficie de los mastocitos y los basófilos. En la siguiente oportunidad en el mismo alérgeno ingresa en el organismo, éste se une a los anticuerpo IgE preexistentes. En respuesta a esta unión, tanto los mastocitos como los basofilos secretan histamina, prostaglandinas y otros compuestos químicos. En forma conjunta, estas sustancias desencadenan vasodilatación y aumentan la permeabilidad capilar, la contracción del músculo liso en las vías aéreas pulmonares y la secreción de moco. Como consecuencia, la persona puede experimentar respuestas inflamatorias, dificultad para respirar a través de las vías aéreas más estrechas  y secreción acuosa por la nariz debido a la producción excesiva de moco. En el shock anafiláctico, que se puede desarrollar en un individuo sensible que recibió un fármaco desencadenante o una picadura de avispa, se producen estertores y disnea a medida que las vías aéreas se contraen  y shock generado  por la vasodilatación y la pérdida de líquido proveniente de la sangre. La inyección de adrenalina para dilatar las vías aéreas  y fortalecer el corazón suele ser eficaz  en esta emergencia potencialmente mortal.
Las reacciones tipo II (citotóxicas) se deben a anticuerpos dirigidos contra antígenos de las células de la sangre o los tejidos. Estas reacciones pueden presentarse en transfusiones de sangre  incompatible y determinan la lisis de las células.
Las reacciones tipo III (por complejos inmunitarios) se deben al a participación  de antígenos, anticuerpos y complemento. La glomerulonefritis  y artritis reumatoidea son ejemplos de este tipo de reacción.
Las reacciones tipo IV (mediadas por células) o de hipersensibilidad retardada suelen aparecer entre 12 y 72 horas después de la exposición  a un alérgeno (como las células de Langerhans en la piel) encuentran a los alérgenos , migran hacia los ganglios linfáticos  y los presentan a las células  T, que luego se dividen.

Algunas de las células T nuevas regresan al sitio donde ingresó el alergeno en el organismo y producen interferón-gamma, que activa los macrófagos, y factor de necrosis tumoral, que estimula la respuesta inflamatoria. Las bacterias intracelulares, como Mycobacterium tuberculosis, desencadenas este tipo de respuesta inmunitaria mediada por células y también lo hacen algunos haptenos, como la toxina de la hiedra venenosa. La prueba cutánea para la tuberculosis es una reacción de hipersensibilidad retardada.

 

MONONUCLEOSIS INFECCIOSA 
La mononucleosis infecciosa es una enfermedad
 contagiosa producida por el virus Epstein-Barr. Aparece sobre todo en los niños  y los adultos jóvenes  y es más frecuente en las mujeres. El virus suele ingresar en el organismo a través de contacto oral íntimo como un beso, por lo que la enfermedad se conoce como “enfermedad del beso”. Luego se multiplica en los tejidos linfáticos y se vierte en la sangre, donde infecta las células B, que son las células huésped principales, y se multiplica. Debido a esta infección, el tamaño  de las células B  aumenta y su aspecto es anormal, de manera que se asemejan a monocitos, la razón principal  por la que la enfermedad se conoce como mononucleosis. Además del aumento del recuento de glóbulos  blancos, con un porcentaje anormalmente elevado de linfocitos, los signos y los síntomas de la enfermedad son cansancio, cefalea, vértigo, odinofagia, aumento del tamaño de los ganglios linfáticos , que se tornan hipersensibles y fiebre. No hay un tratamiento curativo para la mononucleosis infecciosa, se resuelve de forma espontánea luego de varias semanas.
LINFOMAS
Los linfomas son cánceres de los órganos linfáticos, en especial de los ganglios linfáticos. La mayoría de los tumores no tienen causa evidente. Los dos tipos principales  de linfomas  son la enfermedad de Hodgkin y el linfoma no Hodgkin.
  • La enfermedad de Hodgkin se caracteriza por el aumento  indoloro del tamaño  de uno o varios ganglios linfáticos, sobre todo en el cuello, el tórax y las axilas. Si la enfermedad metastatiza en otros sitios, también puede hacer fiebre, sudoración nocturna, descenso de peso y dolor óseo. La enfermedad compromete principalmente a individuos de entre 15 y 35 años y mayores de 60 años y es más frecuente en los varones. Si se diagnostica de forma temprana, entre el 90% y el 95% de los pacientes pueden curarse.
  • El linfoma no Hodgkin es más frecuente que la enfermedad de Hodgkin y se desarrolla en todo los grupos de edad. Puede comenzar de la misma manera que la enfermedad de Hodgkin, pero también  puede asociarse a esplenomegalia, anemia y malestar general. Hasta el 50% de los individuos que sufren esta enfermedad se curan o se sobreviven  durante un período prolongado. Las opciones terápeuticas tanto para la enfermedad de Hodgkin como para el linfoma no Hodgkin, son radioterapia, quimioterapia y trasplante de médula ósea roja.

LUPUS ERITEMATOSO SISTÉMICO
El lupus eritematoso sistémico, LES o lupus es una enfermedad
autoinmunitaria crónica que compromete varios sistemas corporales. La mayoría de los casos se producen en mujeres de entre 15 y 25 años y es más frecuente en individuos de raza negra  que de raza blanca. Aunque se desconoce su causa, la predisposición genética y los factores ambientales  contribuyen a su aparición. La mujeres tienen un riesgo nueve veces mayor de padecerla. La enfermedad suele presentarse en mujeres con concentraciones  muy bajas de andrógenos (hormonas sexuales másculinas).
Los signos y los síntomas  del LES son artralgia, fiebre no muy elevada, cansancio, úlceras bucales, aumento del tamaño de los ganglios linfáticos y el bazo, fotosensibilidad, caída rápida de mechones grandes de cabello y, a menudo exantema en el puente de la nariz y las mejillas, denominado “exantema en alas de mariposa” . En el pasado  se creía  que la naturaleza erosiva de algunas lesiones cutáneas asociadas con él  LES lo hacía semejante a la lesión producida por la mordedura  de un lobo, lo que determinó el nombre de la enfermedad. La lesión renal se debe a la acción de complejos antígeno-anticuerpo que quedan atrapados en los capilares renales y obstruyen la filtración de la sangre. La insuficiencia renal es la causa más frecuente  de muerte.

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